Gastos de comprar y mantener una segunda residencia
Una persona o una familia con solvencia económica y pocas deudas, puede sentirse tentada a invertir en una segunda residencia con las ventajas que supone: ahorro en alojamiento en las vacaciones y escapadas, posibilidad de alquilarla, las plusvalías que puede presentar a largo plazo, fijar un lugar en el que pasar la jubilación…
Antes de embarcarse en la aventura, es necesario considerar qué impacto va a tener la adquisición en la economía de la familia, lo que va más allá de considerar el coste.
Principales gastos de comprar y vender una segunda residencia
1. Coste de la vivieda
Aunque no cuente aún con la liquidez de otros tiempos, el sector inmobiliario está reviviendo, e incluso la Sociedad de Tasación prevé que esté recuperado a mediados de 2019. Así pues, los precios están subiendo y probablemente subirán más, aunque tal subida vaya perdiendo fuerza.
Si la hipoteca es concedida, algo más complicado cuando se trata de segunda residencia, podría financiar en torno a un 60%.
2. Impuestos y tasas
Las tasas dependen de cada comunidad autónoma, pero por lo general una vivienda nueva lleva asociado el Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA) y otros como el Impuesto sobre Actos Jurídicos Documentos (IAJD). Si es de segunda mano, habrá que abonar el Impuesto sobre Transmisiones Patrimoniales (ITP), que está entre el 6 y el 10%.
A ello se suman los impuestos fijos (que serán dobles, por la primera vivienda y por la segunda), destacando el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF), el Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) y la tasa de recogida de basuras.
3. Gastos fijos
Mantener una vivienda cuesta, más aún si son dos. A los suministros mínimos vitales, como la luz, el agua y el gas, se pueden sumar otros como la comunidad de vecinos y el seguro de la vivienda.
Orión Inversiones Inmobiliarias / Julio Paso – Parga.
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