¿Qué debes saber si te planteas vivir de alquiler en Sevilla o Montequinto?
El alquiler en Sevilla y Montequinto es una opción para cientos de personas cada año. La capital hispalense cuenta ya con hasta cinco universidades públicas y privadas, lo que congrega a un gran número de estudiantes que, como es sabido, se decantan por esta opción, al igual que en el barrio nazareno de Montequinto.
A ellos se suman las parejas jóvenes que se encuentran en transición, desde que se emancipan de casa de sus padres hasta que eligen su vivienda definitiva. Y también quienes se decantan por esta opción transitoria porque se encuentran residiendo en la ciudad temporalmente, por ejemplo por motivos laborales.
La ciudad cuenta además con sus no pocos atractivos y una horquilla de precios de alquiler más o menos asequible, desde los 250-600 euros al mes. Los pisos parecen llamar a voces a nuevos inquilinos, pero hay criterios que considerar.
El alquiler en Sevilla o Montequinto
Los consejos que te damos para que el alquiler en Sevilla o Montequinto, te pueden servir realmente para cualquier ciudad.
1. Ahorros
Por muy barato que sea un piso, es más que previsible que tengas que hacer frente a gastos iniciales, como la fianza o el primer mes de alquiler, antes de entrar en la vivienda. A eso se pueden sumar los honorarios de la agencia (si has encontrado el inmueble a través de una) u otros gastos del capítulo tributario como el impuesto de transmisiones patrimoniales (ITP), además de los que conlleva el dar de alta los suministros básicos (agua, electricidad y gas, en su caso).
2. Circunstancias particulares
Si estás en la ciudad temporalmente por trabajo o estudios, si es la primera vez que vives fuera de la casa de tus padres o si acabas de comenzar una vida de convivencia con tu pareja, la opción del alquiler puede ser la mejor. Si estás buscando una residencia definitiva, valora bien la posibilidad de invertir en una vivienda o, al menos, en un alquiler con opción a compra.
3. Incertidumbre
Una casa alquilada no es una casa propia y conviene que se tenga claro desde el primer momento. En primer lugar, porque si se quieren acometer reformas van a tener que ser consensuadas, pero además porque hay que tener claro que el propietario siempre puede poner fin a las relaciones cuando se termine el contrato y las prórrogas.
4. Gastos
Serán menores que en una vivienda propia, porque el inquilino no tendrá que pagar la cuota de comunidad, reformas, IBI… Eso sí, conviene dejarlo claro desde el principio mediante el contrato.
Orión Inversiones Inmobiliarias / Julio Paso – Parga
¿Qué debes saber si te planteas vivir de alquiler en Sevilla o Montequinto?