Si estás pensando en comprar una casa, tu primer aliado debe ser la calculadora. Hacer números para saber si la vivienda que quieres adquirir se ajusta a capacidad económica te ayudará a evitar sustos en el futuro, algo esencial si tienes en cuenta que un consumidor dedica, de media, el 26,5% de sus ingresos solo al pago de su hipoteca, una deuda que se tarda en devolver una media de 22 años, según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE).
Ahora bien, pese a la importancia de esta operación, lo cierto es que los españoles no solemos hacer bien los deberes. De hecho, el 45% de los consumidores que quiere comprarse una casa asegura tener ahorrado menos del 10% del valor de su futuro hogar, según datos de Casaktua.com, una cifra absolutamente insuficiente para afrontar una adquisición con la prudencia suficiente.
Para que sepas qué cálculos debes hacer para saber si realmente te puedes comprar una casa, en Kelisto hemos repasado las cifras más importantes que deberás manejar antes de dar el paso.
Averigua si tienes el 20% del valor de la casa que no te prestará el banco
Según los datos del Consejo General del Notariado, el 55% de las viviendas que se compran en España se paga a tocateja. Si no formas parte de esa afortunada mayoría, lo normal es que te toque recurrir a una hipoteca para poder afrontar la adquisición de un inmueble.
En ese caso, debes saber que prácticamente todos los bancos solo te financiarán el 80% del valor de la casa que desees comprar, salvo que logres negociar un porcentaje algo mayor en el cara a cara con tu entidad o que estés pensando en comprar un piso de la cartera inmobiliaria de los bancos, en cuyo caso sí podrías conseguir un porcentaje mayor.
En la práctica, esto significa que, si la casa que deseas adquirir vale 250.000 euros, el banco solo te prestará 200.000 euros. Por tanto, debes asegurarte de tener, como mínimo, un colchón de 50.000 euros para poder afrontar esta operación.
Calcula si has reservado un 10% para gastos
Por si contar con ahorros para completar lo que no te dejará el banco fuera poco, aún es necesario que calcules si podrías ahorrar un poco más. En concreto, otro 10% del valor de la casa que quieres comprar. ¿Para qué? Pues para afrontar todos los gastos derivados, primero, de la propia adquisición y, segundo, de la formalización de la hipoteca.
Hay cuatro grandes gastos derivados de la compraventa de una vivienda: los de notaría y registro (que dependen del valor de la casa que quieras adquirir), los de gestoría (que rondan los 250 euros) y los impuestos, que varían en función de la si la vivienda es nueva o usada. En el primer caso tendrías que pagar el IVA (un 10%) y el Impuesto de Actos Jurídicos Documentados (que varía en cada Comunidad Autónoma) y, en el segundo, te tocaría abonar el Impuesto de Transmisiones Patrimoniales.
Si además te toca pedir una hipoteca, los gastos siguen creciendo. A la lista anterior tendrías que sumar otros cinco: los gastos de tasación, notaría y registro, los de gestoría y los impuestos (de nuevo, el Impuesto de Actos Jurídicos Documentados).
En total, todos estos gastos que implica la compra de una vivienda equivalen a un 10% del valor de la casa que quieras adquirir. Por tanto, en un ejemplo como el anterior (un inmueble de 250.000 euros), tendrías que ser capaz de disponer de 25.000 euros si no quieres verte en apuros para afrontar todos estos costes.
No te olvides de las comisiones y la vinculación
Si necesitas recurrir a una hipoteca para poder comprar una vivienda, también tendrás que utilizar la calculadora para saber si puedes afrontar algunos gastos vinculados con el propio préstamo y, sobre todo, para dar con la oferta más ventajosa para tu perfil
A la hora de dar con la mejor hipoteca del mercado, debes tener en cuenta que algunas ofertas cobran una comisión inicial que puede suponer un buen pellizco: la comisión de apertura, que suele oscilar entre el 0,5% y el 1%.
A la comisión de apertura tendrás que sumar un gasto más: el de los productos vinculados. Todas las hipotecas requieren que el cliente se ate de alguna forma al banco con la contratación de una media de cuatro productos o servicios extra. Eso sí, algunos no te generarán ningún coste (como la domiciliación de la nómina), mientras que otros podrían salirte muy caros, como la contratación de seguros o los planes de pensiones.
Si eliges una hipoteca variable, haz simulaciones con el euríbor
En caso de que decidas financiar la compra de tu casa con una hipoteca variable (en lugar de una fija), aún tendrás que usar la calculadora para echar un par de cuentas más. Como ya te explicamos en este análisis, el hecho de que el euríbor lleve más de un año en negativo es positivo para quienes ya estén pagando una hipoteca, pero puede convertirse en un arma de doble filo para quienes estén a punto de dar el paso y no hagan los números correctos.
Con el euríbor en el nivel actual (cerró agosto en el 0,156%), si contaras con un préstamo que cobra un diferencial del 1,25% a partir del tercer año, estarías pagando un interés del 1,094%. Por tanto, si tuvieras una deuda pendiente de 200.000 euros a 20 años, pagarías una cuota de 928 euros al mes, una cifra asumible para muchas familias.
Ahora bien, ¿qué pasaría si el índice de referencia volviera a sus máximos de 2008, cuando superó la barrera del 5%? En ese caso, el interés a abonar pasaría del 1,094% al 6,25%, lo que provocaría que la cuota mensual pasara de 928 euros a los 1.461,86 euros, un 57% más.
Para evitar sustos y, sobre todo, que llegara un día en que fueras incapaz de asumir el pago de tu hipoteca, no te olvides de realizar varias simulaciones para saber cómo evolucionaría tu mensualidad en función del ritmo que marcara el euríbor. Solo así podrás saber si la operación que te planteas hacer se adapta perfectamente a tu capacidad financiera.
Fuente: Kelisto.es